Las palabras andantes
Galeano, Eduardo (Uruguay) Ventana sobre este libro Una mesa remendada, unas viejas letritas
móviles de plomo o madera, una prensa que quizá Gutenberg usó: el
taller de José Francisco Borges en el pueblo de Bezerros, en los
adentros del Nordeste del Brasil. El aire huele a tinta, huele a
madera. Las planchas de madera, en altas pilas, esperan que Borges las
talle, mientras los grabados frescos, recién despegados, se secan
colgados de los alambres. Con su cara tallada en...