La familia Quentin se encuentra en su bucólica casa de Dunvegan, en la isla de Skye, disfrutando de la placidez de finales de agosto. Sin embargo, el hundimiento de una pequeña embarcación cerca de la costa trunca la armonía familiar. Los Moor, que se encontraban a bordo del Dandelion, han sobrevivido, y Virginia decide darles cobijo a pesar de los reparos de su marido. Al finalizar las vacaciones, el matrimonio alemán se queda en Dunvegan y los Quentin regresan a Norfolk. Virginia y la pequeña Kim pasan la mayor parte del tiempo solas en Frendale, la mansión familiar, mientras Frederic trabaja en Londres. A Virginia le gusta su vida recluida. Pero el falso entorno de paz que ha construido desaparece cuando Nathan Moor llama a su puerta... Virginia, una mujer melancólica que guarda secretos inconfesables, hallará en ese extraño un confidente y un hombre capaz de hacerla sentir viva. Entretanto, un pederasta anda suelto en la zona y ya se ha cobrado la vida de dos niñas. Todas corren peligro. Incluso Kim... Especialmente Kim.