Palabras arrojadas
Cañas Urbán, Fulgencio Arrojo las palabras como vienen, y ahí están para bien o para mal. Que cada cual recoja las que quiera y haga lo que quiera con ellas.
No quiero pensar si las palabras deben o no llegar a alguna parte, las suelto tal como nacen en mi mente. Simplemente expresando lo que son, palabras, a veces duras, a veces cálidas, a veces dudas y a veces dolor. Y salen porque si no salen, duelen o ahogan.
Y ahí las dejo. Si se pierden que se pierdan, y si no...