Una novela donde el talento de Juan Marsé convierte las miserias de nuestros días en gran literatura.






Tras la adaptación de El embrujo de Shanghai, Fernando
Trueba le pidió a Juan Marsé que escribiera un guión original. El
resultado fue, como siempre ocurre con Marsé, una obra maestra titulada
Canciones de amor en Lolita's Club. Al plantearse, dada su extraordinaria calidad, la publicación del guión, Marsé prefirió novelizarlo. En Canciones de amor en Lolita's Club
Marsé abandona los escenarios habituales de su narrativa, la Barcelona
de posguerra, y sitúa la acción en los años ochenta. El protagonista es
un policía, adscrito al departamento de narcóticos, que al principio de
la obra está destinado en Galicia, con un reciente y turbio pasado como
agente antiterrorista en el país vasco. Se trata de un hombre bastante
duro y despiadado, pero con un trasfondo de ternura y vulnerabilidad
que irá aflorando sutilmente a lo largo de toda la acción. En Galicia
le echan del cuerpo tras haber propinado una paliza a un chico que
molestaba a unas niñas árabes. Vuelve entonces a su Calafell natal,
donde su padre regenta un picadero de caballos. Descubrimos entonces
que el protagonista tiene un hermano gemelo pero con las capacidades
psíquicas disminuidas que ahora, para consternación del ex policía,
trabaja en un prostíbulo de carretera y se ha enamorado de una de las
prostitutas. El ambiente del prostíbulo, la debilidad del hermano
gemelo, la corrupción política y moral del momento y la relación con su
padre irán creando una atmósfera de extraña belleza y de melancólica
nostalgia por las mujeres de su pasado y la ruina del presente. Detrás
de todo, se esconde un turbio negocio de tráfico de prostitutas e
inmigración.