A veces existe un margen muy estrecho entre la fantasía y la realidad, hay una línea tan fina entre ellos que en muchas ocasiones ambas llegan a confundirse o incluso a mezclarse. Por ello algunos sueños se cuentan como vivencias y lo vivido se narra como ficción. Por ese ajustado margen es por donde deambulan las historias de este libro, sin saber bien hacia donde decantarse.
Asímismo, siempre se ha reconocido la historia como una sucesión de hechos y fechas narrados abarcando a toda una colectividad y mostrando la realidad exterior. Nunca se ha mostrado la individualidad, el interior de cada uno de los miembros de ese colectivo. Que mejor manera de hacer esto último que expresar sus sueños, es decir, el reflejo de todos sus sentimientos, preocupaciones, miedos, deseos. Que mejor manera si ya lo dijo Calderón de la Barca: La vida es sueño.