La evaluación de la docencia poco se realiza en las instituciones educativas, es una práctica cuantitativa carente de instrumentos, desviada hacia fines administrativos, con poca certeza de qué mejorar y cómo optimizar el aprendizaje en los estudiantes, por lo tanto, escasa de valor ético pedagógico. La evaluación formativa perfecciona la instrucción con el fin de generar en el estudiante el desarrollo de la capacidad de autorregular su aprendizaje. Por lo tanto, este libro le ofrece una propuesta de evaluación formativa docente y su impacto en el rendimiento académico de los alumnos universitarios. Muestra un plan de evaluación con acciones e instrumentos basados en métodos mixtos de investigación para valorar sistemáticamente la retroalimentación del docente y los aprendizajes de los alumnos. Posibilita la valoración del saber, saber hacer y saber ser docente al articular fundamentos teóricos de la evaluación con la práctica. Su contenido es útil para los profesionales del campo de la Educación porque puede ayudar a autoevaluar de manera más integral y crítica la intervención educativa y por convicción tomar decisiones para transformarla.