Existen numerosas investigaciones que abordan en todas partes y desde distintas perspectivas y enfoques analíticos a las comunidades marginales como tema de estudio. Por una parte sus distintos grados de pobreza hacen que sean vulnerables en mayor o en menor medida ante la implementación, de ciertas políticas públicas que, por lo general son tomadas de forma unilateral. En el caso concreto de este tipo de comunidades enclavadas en la frontera México-estadounidense, los problemas ambientales y el inadecuado manejo de ellos tienden a exacerbar de múltiples maneras el bajo nivel de vida prevaleciente han realmente incidido en la calidad de vida de los habitantes marginados en la frontera. La relevancia de las políticas públicas para el estudio de caso se encuentra en que finalmente son erratas al no solucionar ni siquiera en forma más o menos parcial la problemática en el ejido en cuestión. Sus alcances suelen ser demasiado limitados para ese tipo de comunidades que a pesar de ellas, han tenido que hallar otros mecanismos y acciones para subsistir tales como reinventarse así mismas para sobrevivir en un medio tan cambiante y no pocas veces tan violento.