Los glúcidos, carbohidratos o azúcares son las moléculas más abundantes en la naturaleza, que conectan directamente la energía solar con la energía química característica de los seres vivos. Mediante la fotosíntesis, la energía solar puede ser utilizada para la síntesis de moléculas orgánicas, ricas en energía, a partir de compuestos de escaso valor energético como el agua o el CO2. Las funciones de los glúcidos son múltiples: 1)Ser fuente fácil y rápida de energía en forma de glucosa, 2)Servir de aporte estructural (celulosa en tallos y hojas y quitina en artrópodos e insectos, 3)Ser precursores de otras moléculas (aminoácidos, lípidos, purinas y pirimidinas 4)Unirse para organizar oligosacaridos, polisacaridos y heteropolisacaridos, 5)Unirse a otras moléculas para organizar glucolípidos y glucoproteinas, 6) Azúcares como ribosa y desoxirribosa forman parte de ADN y RNAs. Junto a estas funciones es cada vez más evidente y real del papel de los glúcidos como señales informativas.