Carlos A. Díaz en este texto, Kansas Lounge¿ se ha deslizado por un paisaje que no es el suyo, y que nunca será el suyo. Y Carlos A. Díaz en este texto delira, hasta el punto de soñar que él es el personaje que su lenguaje ha recreado. Y esto, inexplicable, diríamos que es como el sueño delirante de un escritor sin país que trata de inventarse un paisaje que nunca será su paisaje. O sea, que Carlos A. Díaz se enfrenta a la imposible meta de asimilar un paisaje y un lenguaje que nunca podrán ser suyos, y esto a través de un desaforado metaforismo que continuamente nos asombra. (Lorenzo García Vega)