Encuadernación: RústicaEn los próximos años se tomarán decisiones que determinarán el rumbo de la futura sociedad digital. Si queremos que ésta sea una sociedad libre, tendremos que estar aleta y actuar para evitar la instauración de una sociedad de control.
La sociedad digital e Internet han cambiado nuestro mundo al abrir nuevas posibilidades comunicativas, informativas y de organización social.
Han modificado el modo en que afrontamos nuestra relación con los demás y nos ofrecen herramientas para avanzar en la democratización de nuestras sociedades. Sin embargo, esta tecnología también puede tener otros usos que podrían poner en peligro nuestros derechos más básicos.
Internet permite a los usuarios influir de forma directa en la agenda pública, y eso no gusta a los poderes político y económico, que hasta hace muy poco decidían dicha agenda en solitario. Les interesa una red bajo control. En consecuencia, ya sea en nombre de nuestra seguridad o de la llamada propiedad intelectual, se están imponiendo controles dentro y fuera de la red, haciendo caso omiso de las numerosas voces que denuncian un creciente recorte de nuestras libertades.
Muchas de las leyes concebidas para controlar la sociedad digital ya están en vigor , y hay otras en camino que también están aprobadas si la sociedad no expresa un enérgico y explícito rechazo de las mismas. La sociedad digital ha traído aires liberadores nunca antes conocidos, pero un mal uso de las nuevas tecnologías podría degenerar en una distopía que debemos evitar a toda costa: la sociedad de control.