La actividad aseguradora trata de cubrir los riesgos que planean sobre personas, cosas o derechos ante la posibilidad de que les afecte la ocurrencia de determinados eventos dañosos que son futuros e inciertos. El seguro agrario nace debido a la repercusión que tiene el clima sobre la agricultura, la producción agraria así como sobre la población que vive de ella. Es un instrumento que pretende paliar los efectos del clima sobre los ingresos de las familias dedicadas a la actividad agraria. La Península Ibérica disfruta de un clima muy adecuado para la agricultura pero también está muy condicionada a los factores meteorológicos que son de una variabilidad extrema. Por esto, se hace necesario prever todas estas circunstancias, anticipando los posibles efectos que esta climatología pueda tener frente a las explotaciones y asegurándose las rentas provenientes de la producción. En este libro se abordan las características legislativas del seguro agrario prestando especial atención a las producciones vitivinícolas. Además, se analiza el proceso de contratación de un seguro agrario así como la peritación de daños. Pretende ser un manual de consulta para los profesionales del sector.