¿Quién era ese jugador que debutó a los 18 años en Boca Juniors y que al día siguiente diarios y revistas ya perfilaban como ídolo? ¿Cómo fueron su infancia en Sarandí (Avellaneda), sus días en los potreros del conurbano sur, su prueba para quedar en el club xeneize? "Rojitas es el ADN del potrero argentino", dice César Luis Menotti. "Rojas, la Universidad del Instinto", escribió Dante Panzeri en 1963, a pocas semanas de su debut. "La gente llenaba los clubes de papi fútbol de la zona para verlo cuando tenía 15 años", recuerda Omar Larrosa. "Si lo dejabas recibir libre, te pintaba la cara y terminaba en gol", memora la Garza Guzmán, uno de sus marcadores de entonces. "Rojitas vuelve a jugar en cada gambeta que se anime a realizar un futbolista", dice Ángel Cappa. Las voces de testigos de su vida, compañeros y entrenadores, periodistas, rivales y amigos de la infancia cuentan la historia de Ángel Clemente Rojas, el ídolo inoxidable que supera el paso del tiempo y que es el jugador más homenajeado por las peñas boquenses que llevan su nombre. Serás Rojitas relata ese camino -que tuvo también sus escollos- y rescata el juego virtuoso que se alojó en la memoria popular. Y que desde allí resiste.