Gustavo es un niño muy misterioso que irrumpe en la vida de una familia de una extraña manera: cayendo en el tejado. El narrador de la historia, el hijo de la familia, sospecha que es un vampiro, aunque coma con normalidad y duerma por las noches. Sin embargo, viste de negro y tiene los colmillos muy, muy largos... A pesar de todo, los dos niños acaban haciéndose buenos amigos, y cuando los padres de Gustavo vienen a recogerle le da pena que se vaya.