En la Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, tanto los educadores como los educandos, poseen y se desenvuelven en diferentes contextos, cada uno con diversas subjetividades y significaciones. Es imprescindible que el docente de esta modalidad pueda escuchar, entender y actuar en consecuencia con cada ámbito, que atienda a la diversidad y, a su vez, cree un nuevo espacio en el que todos se sientan identificados, en un continuo proceso de des-construcción y reconstrucción de sentidos y significados.



Es un proceso de enseñanza y de aprendizaje en el que los profesores deben inscribirse como partícipes necesarios del mismo, porque si el docente se posiciona, erróneamente, en un rol autoritario o paternalista, desplaza a los estudiantes hacia un lugar diferente, que no es de pares, sino de inferiores.

"Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos" (Paulo Freire)